El domingo 12 de julio se celebró el XX Aniversario de la conocida prueba GALARLEIZ. Un recorrido de 42km, es decir, un maratón alpino por los montes de Ordunte, subiendo 12 picos de montaña para llegar a Zalla desde la provincia de Burgos.
(Foto que nos hacemos en el Hotel de LOIU al acabar la GALARLEIZ. Se está convirtiendo en una tradición)
Meses antes comenzamos a hablar sobre la posibilidad de volver a repetir nuestra presencia en esta prueba. Sería en la modalidad de Martxa como hicimos el año pasado. Sabíamos que apuntarnos a dicha carrera por 12 montes debía tener su entrenamiento previo.
Por lo que, algunos más animados y otros con dudas nos fuimos inscribiendo en los meses posteriores. Hay que destacar que en dichos meses de reflexiones, pensamientos y vaciles entre los amigos sobre si apuntarnos o no, uno de ellos, Pedro, se comprometió a ir con Juan Mari hasta el final de la meta acompañándole en los momentos más duros. ¿cumpliría la palabra dada?
Así que el domingo 12 de julio a las 06h quedamos en el parking de LOIU. Salimos hacia Zalla. Cogimos uno de los últimos autobuses y nos dejaron en San Pelayo (Burgos) a las 07h35.
Cielo nublado. Algo de lluvia y mientras tanto los mendizales nos protegíamos bajo carpas, árboles… Por lo que, la organización decidió dar la salida 5 minutos antes , a las 07h55, debido a las condiciones metereológicas.
(Pedro en cabeza del pelotón al inicio en la salida )
Cerca de 1.000 personas tomamos parte en las tres modalidades. Salimos a 782m de altitud. Y el banderazo ,como siempre la hacemos en la Galarleiz, salimos a tope. En cabeza de la misma. Cada uno de los amigos tenía su estrategia marcada en las conversaciones de los días previos. Pedro me conoce muy bien y sabía que tenía que romper los esquemas respecto a ediciones anteriores. Así que antes de llegar al primer kilómetro, cuando llevaba él la cabeza de la martxa , me mira para atrás y me dice…»Josu, ¿ Hoy toca como en Vitoria?» Haciendo referencia a la salida brutal en la carrera de : «Los 10 montes de Vitoria» que participamos los dos y que no dimos crédito a lo que vivimos aquel día donde muchos de los participantes nada más dar el pistoletazo de salida iniciaron un sprint infernal.. Le miro, sonrío y le digo: «…así es…vamos a probar..»
En este caso, la verdad es que no fue una demarre como el que nos hicieron en la mencionada carrera gente de mayor preparación y estado de forma. Fue un trote más que nada para ir probando al resto y ,sobre todo, a los amigos con los que íbamos y teníamos nuestra batalla particular. Podía tener sus consecuencias más adelante con abandono incluido. Pero había que arriesgar entre amigos. Pique sano y divertido en torno a esta prueba el que teníamos entre nosotros durante meses anteriores.
Comenzamos la subida al Zalama. Pico de 1.256m de altitud y cota máxima de la carrera donde en la cima llegaríamos a cumplir 7,6km. Pero, por mucho cambio de esquemas y ataque nada más iniciarse la salida, Pedro me coge en la mitad de la ascensión. Mientras Juan Mari y Jose Mari continúan a buen ritmo por detrás. De tal manera, que culminan ambos juntos la primera cota.
Comenzamos el descenso. Una bajada vertiginosa donde incluso nos avisan con carteles de zona peligrosa. Así seguimos hasta llegar a la segunda cima Lamana y después Maza del Topo.
Una vez colmada esta última tenemos una buena zona para recuperar fuerzas antes de llegar a otra subida importante de la carrera. La cima Balgerri. Cuarta cota. Subida que siempre se hace dura, sobre todo, en la pala final. Pero la lluvia y las nubes que nos acompañan agradezco durante muchos momentos de la carrera. Es en estos momentos de la misma, por el km 12-14 donde tengo mis mejores sensaciones. Pero es el Balgerri el que me hace volver a la realidad y hacerme sentir de nuevo los golpes de dureza de esta carrera conocida como un auténtico rompepiernas.
Después vendrían Ilso de Estacas, Maza de Pando y al colmar el Burugueño tiro hacia otro lado. Comienzo a ver que en los primeros instantes de la bajada no hay marcas. Me giro y grito a los de la organización que estaban en la cima, ante lo cual me dicen que por ahí no es…Retrocedo unos metros hasta coger la senda buena.
Bajada importante y peligrosa con piedras resbaladizas, berdin sobre ellas, algunas caídas alrededor mío…y alcanzamos la última subida, la Cima Terreros, antes de llegar a ver por primera vez a amigos de LOIU que habían acudido a animarnos.
( Me desprendo del cortavientos en el Kolitza)
Por fin, avituallamiento a los pies del Kolitza. Los amigos que te reciben siempre como si fueras el campeón de la pista. Allí estaba Pedro. Me había sacado 17 minutos .
(Pedro había llegado sobrado…)
Tomo algo en el avituallamiento y en un par de minutos salgo de allí. Sabía que Juan Mari y Jose Mari venían por detrás. Pero a ciencia cierta, no sabía el tiempo exacto… podían ser 5, 10 o 2 minutos…Su estado de forma en algún entrenamiento compartido con ellos hacía presagiar que habría guerra.
(Escuchando sus instrucciones antes de salir del avituallamiento)
Pedro, pudiendo haber seguido, cumplió su promesa. LEALTAD ante su amigo Juan Mari. Le dijo que le esperaría en el Kolitza y que ambos terminarían juntos la prueba.
(Juan Mari llega al Kolitza. De quitarse la txapela su carrera)
Salí hacia adelante y al de 10 minutos llegó Juan Mari. Repuso energía y salió con Pedro.
(Juan Mari repone fuerzas para salir con Pedro a por todas)
Ese acompañamiento tenía cierto peligro. Y es que Juan Mari iba a tener a una de las mejores liebres de la martxa. Le marcaría el ritmo y en momentos difíciles le apoyaría. Lo curioso es que la bajada del Kolitza la hicieron corriendo y fue Juan Mari quien se puso a tirar en todo el descenso.
(Su mujer, Mari Carmen, le prepara y le atiende para comenzar el tramo final)
Y llegaba el Garbea…En sus inicios, en las primeras rampas hay mucha gente animando. Es precioso pasar por ahí y aunque no te conozcan te anime tanta gente.Es el ambiente que no sólo se disfruta en las pruebas de ciclismo en esta tierra, sino también en pruebas de montaña de este tipo. Chapeu por todos ellos.
Lo que más me llamó la atención fue ver cómo una madre con su hija de 2 años entre brazos corrió 100m en plena cuesta del Garbea junto a su marido y gritándole: venga aita..venga aita,!!!! junto a la hija..
No pude aguantar y al pasar le dije que fue digno de elogio y de sentirse orgulloso como aita por el apoyo recibido de su pareja y de su hija. Ella me sonrió asintiendo con la cabeza…
Hacemos cima en el Garbea otra vez entre niebla. Bufff! Cómo se nota que soy de Euzkadi! No quiero el sol ni ver en estas carreras. Dios mío! Qué día más bueno tuvimos entre algo de lluvia y niebla.
( Jose Mari se hidrata antes de salir hacia el Kolitza)
Al llegar a la cima la Cruz Roja tenía a un participante tumbado y tapado con manta térmica.Parecía que no era grave, repongo líquidos y…comenzamos el descenso. Bajada bestial. La peor de todas ellas. Una pista cortafuegos con 3 palas de mucho desnivel. Aquí es donde Juan Mari se cae con toda las espalda e incluso él ve cómo otros participantes bajan casi de cuclillas.
Terminada la bajada nos volvimos a encontrar con los amigos que habían venido a animarnos. Su situación era 1km antes de la última y dura subida de Martintxu con 31 % de desnivel.
(Miro hacia mi izquierda. Intentando divisar la última y temerosa subida.)
Y 5 minutos más tarde pasan por ahí también Pedro y Juan Mari. Me tienen a tiro. Yo sin saberlo porque las referencias no van a tiempo real, sino en diferido cuando veo a mis amigos. Y en esta última referencia no sabía lo cerca que estuvieron hasta llegar a meta.
Llega la temida subida. La subida de Martintxu. Mucha gente animando. Pero a decir verdad este año se me ha hecho más dura que el año pasado. Subo sin parar. No quería parar ni un segundo. Intuía que mis compañeros venían por detrás.
Hago cima. La gente anima mucho. Ya sólo falta bajar y antes un pequeño repecho.
Vemos el cartel de 40km. Pero es una pregunta que siempre nos hacemos. ¿Es un cartel real o no son verdaderos ? Y es que los 2 km que quedan de bajada se hacen largos. Parece que son el doble en vez de faltar sólo 2km.
(Llegando satisfecho a meta. Mi sonrisa así lo atestigua)
Cuando faltan ya 500m oyes a la speaker. Entras en asfalto y vuelves a ver a tus amigos que te vuelven a animar entrando en meta.
Objetivo cumplido. Satisfecho. Buen tiempo… Mejorando en 21 minutos el tiempo del año pasado. No he tenido tiempo para entrenar casi nada. Pero parece ser, aunque suene raro, que me ha venido muy bien. El año pasado entrené bastante más para afrontar la Hiru Haundiak. Y creo que a la Galarleiz llegué pasado de rosca. Este año sin tiempo para entrenar he llegado más fresco y con mejor resultado.
(Aquí llegan los dos auténticos campeones)
Agradecer a todos los amigos que estuvieron allí presentes animando en las diferentes zonas: Bego, Izas, Mari Carmen, Isidro… Darle la enhorabuena a Juan Mari por encontrarse en un estado de forma envidiable a su edad. Ya firmaría por llegar así de bien a sus años y realizar una estupenda Galarleiz.
( Después llegaría José Mari)
Felicitar también a Jose Mari por su excelente carrera. Mejoró en 1h el tiempo del año pasado. A este ritmo el año que viene nos pulveriza. Y enhorabuena de honor a Pedro. Hombre de palabra. Cumplió su promesa y le llevó en volandas a Juan Mari hasta la meta. Lealtad total a su amigo. No le abandonó a pesar de que con la climatología que nos hizo podría haber mejorado en mucho el tiempo suyo del año pasado. Priorizó a su amigo antes que un interés deportivo y personal que muchos habrían hecho por mejorar su marca. Chapeu!